¿Quieres enseñar educación física de forma divertida? Esta propuesta es para ti

En una clase de Educación Física llevada a cabo recientemente en el Instituto Tecnológico Superior Quito Metropolitano, los estudiantes de carrera de Educación Básica participaron activamente en una innovadora actividad llamada “Las funciones con sus partes”. Esta dinámica lúdica fue diseñada con el propósito de fomentar el aprendizaje del cuerpo humano, así como también la inclusión y la expresión corporal. A través del juego y el trabajo cooperativo, los alumnos no solo reforzaron conocimientos académicos, sino que además desarrollaron habilidades sociales y emocionales en un entorno educativo inclusivo.

La educación física como espacio para el aprendizaje vivencial

Durante la clase, se implementó esta propuesta metodológica basada en el juego, la expresión corporal y el reconocimiento del propio cuerpo como instrumento de aprendizaje. Esta dinámica, aunque sencilla, resultó ser altamente activa y significativa. En efecto, permitió que los estudiantes comprendieran mejor las funciones corporales y las asociaran con las partes del cuerpo correspondientes, integrando así aspectos expresivos y cooperativos en una sola experiencia pedagógica.

Además, desde un enfoque pedagógico, esta estrategia integradora e innovadora no solo reforzó el conocimiento, sino que también promovió un aprendizaje más vivencial. Como resultado, la actividad contribuyó a valorar la Educación Física como una disciplina integral que potencia el desarrollo cognitivo, emocional y social del estudiantado.

Educación física que fomenta la equidad

Desarrollo social y participación equitativa desde la educación física

La propuesta también impulsó una mayor inclusión y adaptabilidad metodológica. Gracias a ello, todos los estudiantes, sin importar sus habilidades físicas, pudieron participar activamente, lo cual garantizó un aprendizaje significativo y, sobre todo, equitativo.

Asimismo, la dinámica promovió el trabajo en equipo y el liderazgo positivo entre los estudiantes. A lo largo de la actividad, se fortalecieron habilidades como la escucha activa, el respeto mutuo y la empatía. Incluso surgieron líderes naturales que acompañaron a sus compañeros sin imponer presión, generando así un ambiente de convivencia escolar saludable y colaborativo.

Conclusión

Finalmente, esta guía pedagógica, centrada en la expresión corporal y la inclusión, demostró que el juego es una herramienta poderosa para enseñar. Particularmente, la actividad “Las funciones con sus partes” permitió que los estudiantes comprendieran mejor su cuerpo en sus dimensiones físicas y expresivas. Además, su adaptabilidad a la diversidad del grupo promovió la participación de todos, consolidando aprendizajes significativos a través del movimiento.

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