¿Cuál es la innovación del ITSQMET? Una educación física inclusiva y equitativa

El Instituto Tecnológico Universitario Quito Metropolitano (ITSQMET) se vivió un cambio trascendental en la manera de enseñar. Los estudiantes de la carrera de Educación Básica, guiados por un enfoque innovador, descubrieron que la educación física inclusiva va más allá del ejercicio. Este proceso, desarrollado en las aulas del ITSQMET, surgió con el propósito de transformar esta asignatura en una herramienta de inclusión y desarrollo integral, respondiendo a las necesidades actuales de la formación docente.

La educación física inclusiva como motor de innovación

A lo largo de la formación profesional, se ha remarcado la importancia de adoptar metodologías activas, de mantenerse en constante actualización y, sobre todo, de dotar a cada clase de un propósito con sentido. De esta manera, se refleja el esfuerzo, la creatividad y la versatilidad del docente. Así, la educación física inclusiva, bajo esta visión renovada, se convierte en un espacio poderoso para sembrar aprendizajes significativos en cada niño y niña.

Durante el módulo “Enseñanza y aprendizaje de la cultura física”, se evidenció cómo, en el pasado, la asignatura se enfocaba únicamente en rutinas estandarizadas. En aquel entonces, el estudiantado debía ejecutar ejercicios específicos sin posibilidad de adaptación, lo que dejaba de lado a quienes tenían condiciones físicas particulares. Como consecuencia, la participación era limitada y la inclusión inexistente.

Educación física inclusiva que rompe paradigmas

Educación física impulsada por metodologías innovadoras

Hoy en día, gracias al impulso de enfoques como el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) y el modelo ERCA (Exploración, Reflexión, Conceptualización y Aplicación), se han derribado esas barreras. En efecto, estas metodologías no solo promueven la equidad, sino que también ofrecen múltiples caminos para el aprendizaje. De esta forma, se reconoce que cada estudiante tiene un ritmo, una necesidad y una forma única de aprender. Como resultado, la educación física inclusiva ha evolucionado: ya no se trata de repetir secuencias, sino de construir experiencias transformadoras.

La guía experta de la Msc. María José Merino Loor ha sido fundamental para comprender esta evolución. Bajo su liderazgo, los estudiantes del ITSQMET han descubierto que la educación física no solo involucra lo corporal, sino también dimensiones cognitivas, emocionales, sociales y comunicacionales. Asimismo, actividades como el yoga, la danza, los estiramientos, la respiración consciente y los juegos cooperativos se han convertido en vehículos para fortalecer la concentración, la empatía, la regulación emocional y la conciencia corporal.

Conclusión

Estas prácticas no solo enriquecen el cuerpo, sino que también nutren la mente y el corazón. De esta manera, a través de la educación física inclusiva, se consolida una visión de la docencia en la que el juego, el movimiento y el aprendizaje conviven en armonía. En consecuencia, se generan espacios más humanos, sensibles y empáticos el compromiso con una educación transformadora está más presente que nunca. Desde el ITSQMET, se proyecta una nueva generación de docentes capaces de diseñar propuestas pedagógicas lúdicas, activas e inclusivas. 

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