Un estudio reciente sobre los factores psicosociales en una Institución de Educación Superior en el Distrito Metropolitano de Quito ha revelado que el personal académico y administrativo enfrenta altos niveles de estrés y riesgos psicosociales, lo que afecta su salud mental y emocional.
Resultados del Estudio
El proyecto, liderado por la Lcda. Myriam Vimos de la carrera de Enfermería, identificó que el 56% de los colaboradores presentan un alto riesgo relacionado con la carga laboral, mientras que el 40% está en riesgo elevado por el desempeño de roles. Entre las principales causas destacan la presión por cumplir con múltiples tareas, la necesidad de tomar decisiones rápidas y la falta de apoyo social adecuado en el entorno de trabajo.
El estudio, que incluyó encuestas a 50 empleados, destacó que, aunque el 85% de los participantes tienen suficiente autonomía en sus funciones, una mayoría considerable enfrenta sobrecarga de trabajo y demandas psicológicas que podrían derivar en problemas de salud si no se interviene a tiempo.
Recomendaciones para Mejorar el Entorno Laboral
Los investigadores sugieren la implementación de programas de manejo del estrés y políticas de supervisión más participativas. Además, recomiendan establecer espacios de apoyo social entre colegas y superiores para fomentar un entorno laboral más saludable y mejorar el rendimiento profesional.
Este análisis se convierte en una herramienta crucial para el diseño de futuras intervenciones que promuevan un ambiente de trabajo equilibrado y reduzcan los efectos negativos del estrés crónico, un problema que también afecta a otras instituciones académicas a nivel mundial.
Conclusión
El análisis de los factores psicosociales en el personal de una institución de educación superior en Quito resalta la necesidad urgente de abordar los riesgos laborales que afectan la salud mental de sus colaboradores. La alta prevalencia de estrés y sobrecarga laboral, junto con las demandas psicológicas, evidencian la importancia de implementar programas preventivos que mejoren el bienestar emocional y el rendimiento profesional. Este estudio no solo pone en relieve un problema relevante para la salud ocupacional, sino que también ofrece un camino hacia la creación de entornos laborales más saludables y productivos mediante la adopción de estrategias de apoyo social, supervisión participativa y gestión del estrés.
